El ultrasonido terapéutico utiliza ondas de alta frecuencia, generalmente entre 1 y 3 MHz, que penetran a través de las capas de la piel, como la epidermis, dermis e incluso la hipodermis. El ultrasonido no destruye la grasa, para eso se emplean tratamientos específicos como la cavitación.
Con el ultrasonido terapéutico puedes esperar una mejora en la textura de la piel, mayor luminosidad, reducción de la inflamación, y un efecto de drenaje linfático. Además, contribuye a la absorción de productos cosméticos aplicados, favorece la circulación sanguínea, y ayuda a mejorar la firmeza y elasticidad de la piel. La estimulación de la regeneración celular también reduce la apariencia de arrugas, líneas finas y celulitis.
En el rostro y corporal, cada sesión suele durar entre 15 y 20 minutos